Los síntomas físicos que aparecen son sudor, palpitaciones, mareos y, con gran angustia para la persona que lo padece, con sensación de muerte inminente en muchos casos, lo que provoca salidas a urgencias que se reciben como “dolor torácico” y que acaban con un ansiolítico, en vez de con el temido infarto. Al final la causa siempre estará acompañada de una dificultad real para adaptarse al medio.
La inseguridad de quien la sufre va en aumento y le impide, en los casos graves, llevar su vida normal, a parte de la incomprensión del entorno que, como se trata de una patología que “no se ve”, es incapaz de ponerse en el lugar del que lo está padeciendo.
Una vez se ha llegado al diagnóstico, el tratamiento con ansiolíticos es de gran eficacia y de gran rapidez si es necesario. La parte negativa es que es fácil habituarse a esta medicación y depender de ella para la vida diaria.
La ansiedad también se puede manifestar en el contexto de fobias de todo tipo, trastornos obsesivos, estrés post traumático, fobia social, etc. Llevado al extremo, entraríamos en lo que entendemos como “crisis de pánico”. Siempre encontraremos deseo de huir de la situación.
Es de gran importancia tener en cuenta las ideas que tenemos interiorizadas de nuestros problemas y nuestras creencias sobre los mismos.
Acupuntura, contra la ansiedad
Los tratamientos con acupuntura son de gran utilidad en los casos de ansiedad, tanto como complemento de la medicación, facilitando su efecto, como tratamiento exclusivo. Al carecer de efectos secundarios, la acupuntura podría ser el tratamiento de elección en los casos leves o que acaban de manifestar los primeros síntomas.
Otra indicación del tratamiento de acupuntura es el extremo contrario: cuando se quiere dejar la medicación. Se va complementando los tratamientos mientras dura la deshabituación, que se podrá hacer de manera más suave.
La pequeñas e indoloras agujas de acupuntura actúan regulando y equilibrando la energía de nuestro cuerpo. Se ha de valorar -como siempre en estos tratamientos- cada caso en particular y todas las características de cada paciente, para llegar al tratamiento más apropiado.
Al insertar las agujas, hay una liberación inmediata de endorfinas (neurotransmisores que producen relajación y bienestar). Al seguir un tratamiento, la sensación será duradera y podremos ayudar a eliminar los medicamentos o reducirlos como hemos comentado anteriormente. Al acabar de poner en contexto las posibles causas de la ansiedad (menopausia, entorno, etc.), acabaremos de afinar el tratamiento.
La acupuntura es una técnica de más de 4000 años de experiencia que forma parte de la Medicina Tradicional China. En nuestro medio hace mucho menos tiempo que se conoce, pero es importante acceder a esta información tanto para médicos como para pacientes y poder hacer uso de todos los medios que tenemos a nuestra disposición. Es una manera diferente a la que estamos acostumbrados a tratar nuestras dolencias pero que, con el mayor conocimiento tanto de profesionales como de pacientes, aumenta cada día su práctica.
Escrito por Dra. Margarita Legorburu para dDermis Magazine
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