Uno de los platos fuertes de la feria ha vuelto a ser el showcooking eco-gastronómico, que ha sido un constante bullir de chefs, nutricionistas y profesionales de los fogones que aconsejaban y proponían variadas recetas creativas, novedades de productos y tendencias en la forma de cocinarlos y consumirlos; desde cocina divertida con algas para niños, hasta una jam session con eco-chefs veganos; colgando el cartel de “completo” durante todas sus sesiones.
Otros sectores que han atraído igualmente la atención de los miles de visitantes que se han acercado han sido el de servicios, tales como cooperativas de consumo de energía y de telefonía móvil alternativas, la primera administración de fincas y alquileres que se autodefine como “transparente, ecológico y social”, con el objetivo de crear comunidades cohesionadas, hábitats saludables, reducir el impacto medioambiental del servicio, ser transparentes en su gestión económica e impulsar la economía social y solidaria.
Una cooperativa de telecomunicaciones sin ánimo de lucro cuyo objetivo es contribuir a transformar el modelo económico actual a través del consumo. Cooperativas que presentaban una interesante alternativa para producir y comercializar energía de fuentes 100% renovables, como respuesta al actual modelo energético basado en combustibles fósiles, que es insostenible. La cooperativa está al servicio de los socios de manera eficiente, transparente y responsable.
Según declaraciones de la Directora de la feria, Angeles Parra: “el sector de la producción ecológica no para de crecer y ya se ha alcanzado ese boom que ya esperábamos desde hace años”. En este sentido, Parra declara que “la Administración debe apoyar como mínimo a éste en su crecimiento, ya que es un sector dinámico, activo y conveniente, que incluso en plena crisis económica está creando riqueza y empleo”.
La feria, a su vez, precisa ya de forma urgente de un espacio más amplio y preparado para poder acoger a la cantidad de empresas que se están creando y a un público cada vez más mayoritario. “El potencial de crecimiento es evidente”, ha asegurado.
Por otra parte, la feria este año ha tenido que sufrir cierres intermitentes por superar el aforo permitido del Palau Sant Jordi, “así es que también por ese motivo necesitamos buscar soluciones urgentes. Los ciudadanos cada vez más concienciados se acercan a BioCultura a conocer unos productos y servicios que les den mayor garantía desde el punto de vista de la salud y también de tipo medioambiental….”
Nuevas propuestas
El de la alimentación continúa siendo el sector con mayor representación dentro de la feria y llega cargado de novedades. Desde Galicia Porto Muíños trae el Codium liofilizado, se trata del alga de Ramallo que destaca por su alto contenido en fibra y proteínas, lo comercializan en forma de especia para sazonar la comida. El creciente número de personas con intolerancia al gluten ha impulsado a las empresas ecológicas a investigar y ampliar la gama de productos libres de gluten. En esta línea Natureco presenta pastas elaboradas a partir de legumbres, muffins, crackers y muchas otras opciones para celiacos. +Bio apuesta por una amplia gama de productos elaborados con arroz como sustituto al trigo.
Opciones veganas
El veganismo está en auge y en BioCultura también ha tenido su espacio. Este año, como novedad dentro de la feria se celebró el Festival Eco Vegano con numerosas charlas y actividades para dar a conocer el veganismo en su totalidad, como filosofía de vida, y destacar la importancia de que además de veganos los productos sean también ecológicos. En la feria crece la oferta de productos veganos: chips veganas elaboradas con lentejas y garbanzos de Natursoy, línea de cosmética vegana Naetura, Biocenter presenta una amplia gama de productos de limpieza aptos para veganos y la cooperativa La Casa de la Luna lanza un dentífrico ecológico elborado a base de hinojo.
Auge del cooperativismo
Crece también la oferta de servicios que nos invitan a consumir de una forma más responsable solidaria y ética. En esta línea han participado en BioCultura ocho cooperativas diferentes que integran la ‘Isla de la economía social y solidaria’. Un espacio en el que de forma conjunta se visibilizaron propuestas de consumo en ámbitos muy distintos como las finanzas, corredurías de seguro, salud, consumo de energía, bonos regalo o administración de fincas. Pero, todas ellas comparten los valores de la economía solidaria, el cooperativismo y la transformación social.
Proyectos solidarios
Little Sun ha sido creada para iluminar de una forma limpia y sostenible aquellas zonas del planeta donde no llega la red eléctrica. Al comprar una de estas lámparas solares en BioCultura, se ayudó a que Little Sun pueda distribuirse en países sin electricidad a un precio asequible fomentando el empleo local.
La organización ya está trabajando en la próxima convocatoria de BioCultura, que se celebrará del 30 de septiembre al 2 de octubre en el BEC de Bilbao.
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