¿Sabías que tenemos casi 360 articulaciones en nuestro cuerpo? A nosotras es un dato que nos ha sorprendido mucho. Lo que no nos ha sorprendido tanto es su importancia. Al fin y al cabo, todas hemos experimentado alguna vez las limitaciones que provocan una molestia en la rodilla o un dolor en las cervicales. Te recomendamos 3 claves para el cuidado correcto de las articulaciones.
Las buenas noticias son que todos ellos son hábitos que podemos cambiar. Así pues, en el artículo de hoy te damos 3 claves para el cuidado correcto de las articulaciones, que te ayudarán a mantener tus articulaciones en perfecto estado.
Primera clave: la alimentación
Con respecto a la alimentación, el primer consejo que podríamos darte es que evites el sobrepeso. Sobrecarga las articulaciones y, por tanto, favorece su desgaste. Además, es importante mantenerte bien hidratada para conservar las articulaciones lubricadas y facilitar los movimientos.
A partir de aquí, una dieta rica en vitaminas, proteínas y minerales hará el resto. Veamos que alimentos te pueden ayudar más en este sentido:
- Vitamina A: cuida nuestros tejidos gracias a sus propiedades antioxidantes. La podemos encontrar en naranjas, calabazas, zanahorias, espinacas, hígado y col rizada, entre otros.
- Vitamina C: es esencial para producir colágeno, una proteína que nos ayuda a mantener en perfecto estado las articulaciones. La podemos encontrar en la naranja, el limón o el kiwi.
- Vitamina D: ayuda a absorber el calcio y contribuye a la formación de huesos y cartílagos. El pescado azul y el sol son las principales fuentes de Vitamina D.
- Flúor: ayuda a los huesos y a las articulaciones a fijar el calcio que ingerimos. Lo podemos encontrar en el agua, el té, el marisco, el pescado azul, la col y las espinacas.
- Azufre: es muy eficaz en el tratamiento de la artritis de rodilla y lo obtendremos a partir de pescados, aves y carnes magras.
- Magnesio: imprescindible para proteger nuestros huesos. Frutos secos, frutas desecadas, acelgas o espinacas son grandes fuentes de magnesio.
También te recomendamos que incorpores a tu dieta alimentos como la cúrcuma, el aceite de oliva, el jengibre, el brócoli, las frambuesas y las moras. Todos ellos han demostrado tener grandes propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Segunda clave: el ejercicio
Hacer ejercicio de forma regular es muy importante para fortalecer los músculos que protegen las articulaciones. Sin embargo, este ejercicio debe ser moderado y, siempre, adaptado a tus condiciones físicas.
Correr o saltar no son los ejercicios más recomendables, ya que, al haber impacto, castigan bastante las articulaciones. Caminar, nadar, hacer yoga o estiramientos suaves son grandes alternativas. Eso sí, calentando siempre antes de empezar.
Además, es importante que minimices todo lo que puedas los movimientos repetitivos, que utilices un buen equipo deportivo y que alternes períodos de actividad con otros de descanso, para que tus articulaciones puedan recuperarse.
Tercera clave: los hábitos posturales
El tercer pilar de unas articulaciones sanas son los hábitos posturales. En este sentido, dormir con una almohada no muy alta y de lado, con las rodillas dobladas, te ayudará a repartir el peso. Además, recuerda flexionar las rodillas cuando vayas a levantar objetos pesados, ten cuidado con los sobreesfuerzos y elige siempre el calzado más adecuado en función de la actividad que vayas a realizar.
Finalmente, podemos complementar nuestra dieta con suplementos nutricionales. Una buena opción puede ser Leotron Articulaciones, un complemento alimenticio con Colágeno hidrolizado bioasimilable, Ácido Hialurónico, Magnesio y Vitaminas C, D3 y K2 que nos ayuda a cuidar la flexibilidad y funcionalidad de las articulaciones de forma fácil y cómoda. Un cacito (12 gr.) al día te ayudará a mantener las articulaciones, el cartílago y los huesos en forma y a aumentar o mantener tu masa muscular.