Cura de heridas y cicatrización. Con el buen tiempo, al estar más al aire libre, seguro que más de una vez te has hecho un corte, un rasguño, te has caído y te has herido o te has clavado un pincho en el pie.
Las heridas son el resultado de un ataque a la piel que, ante la acción de agente externo como una piedra o un clavo, se deteriora. Afortunadamente, gracias al proceso de cicatrización la piel se vuelve a recuperar.
Prevenir las cicatrices
Para prevenir las cicatrices, es básico que, si sabemos que tenemos mala cicatrización, se lo advertimos al cirujano o al dermatólogo, para que nos aconseje cómo evitar su desarrollo.
Normalmente será empleando medicamentos en forma de lociones o cremas preparadas con corticoides, silicona como Dermatix®, o vitamina E, que ayudan a prevenir esta mala cicatrización. También son recomendables con factores de crecimiento y regeneradores de la piel.
Del mismo modo, puede ser recomendable la aplicación de bandas de silicona, que actúan localmente en la zona afectada, evitando la acumulación de las células que forman el queloide (agrupaciones irregulares, redondeadas y gruesas de tejido cicatrizante. A menudo son de color rojo o más oscuros). El farmacéutico puede aconsejarte sobre cómo tratar las heridas y cicatrices en cada caso.
Para curar una herida hace falta:
1. Lavarse las manos con agua y jabón antes de proceder a la cura.
2. Quitar la posible ropa que tape la herida y seguidamente lavar la herida con agua fría.
3. Utilizar una gasa estéril para sacar los restos de suciedad y/o tierra, etc.
4. Enjuagar la herida y utilizar un antiséptico para desinfectar aplicándolo con una gasa estéril. El antiséptico puede ser:
• a base de yodo, povidona yodada que no llevan alcohol: Betadine®, Topionic®
• merbromina: Mercromina®
• clorhexidina gluconado: Cristalmina®