La violencia contra las mujeres en el mundo es un problema estructural de derechos humanos.
#25N Día Internacional para la eliminacion de la violencia de género
¿A qué llamamos violencia contra las mujeres en la actualidad?
Para responder a esta pregunta es interesante recuperar la teoría del Triángulo de la Violencia de Johan Galtung que refleja la dinámica de la generación de la violencia en conflictos sociales. Según Galtung, la violencia es como un iceberg, de modo que la violencia visible es sólo una pequeña parte del conflicto.
Identificar los tres tipos de violencia que se dan en una sociedad nos puede ayudar a encontrar las soluciones para atajarlas con urgencia. Nuestro desarrollo como sociedad depende de ello.
-La violencia directa, es la más visible y reconocible de las tres, se concreta con comportamientos y responde a actos de violencia. En España, huelga decir que la violencia machista, la perpetrada por hombres contra las mujeres, no disminuye, los informes del observatorio de violencia indican que aumenta.
En estos últimos años se han dado dos fenómenos alarmantes: el primero es de las violaciones en grupos de hombres contra mujeres indefensas, en el entorno de fiestas populares. Incluso las drogas más innovadoras son utilizadas con este fin, como el uso del GHB que anula la voluntad de la víctima…
Asimismo, la mayor parte de especialistas del mundo están de acuerdo en que la violencia se está digitalizando, es decir, se desarrolla y se expanden por las redes sociales e Internet. El uso de las nuevas tecnologías nos aporta innumerables beneficios y ventajas a las mujeres, una de ellas ha sido la construcción de redes de cooperación y un activismo muy dinámico en la defensa de nuestros derechos y libertades.
Es gracias a las redes sociales que se están conociendo, visualizando y denunciando, casos de violencia machista, pero también las utilizan personas con otros fines como herramienta sofisticada para perpetrar más violencia en espacios virtuales.
Es especialmente preocupante el auge de la violencia entre jóvenes y adolescentes, la que se conoce como Violencia 2.0, tal como ya estudió y analizó el Grupo de Investigación Gredi Dona de la Universidad de Barcelona. Y aparecen nuevas formas como el sexting, una práctica muy extendida y peligrosa, vinculada a redes de pornografía.
-La violencia estructural, es la más difícil de combatir porque requiere del esfuerzo y el compromiso de toda la sociedad en su conjunto. Se centra en las estructuras del sistema que no permiten la satisfacción de las necesidades de ciertos colectivos y se concreta, precisamente, en la negación y/o no atención de esas necesidades en este caso, de las mujeres. El mundo tiene un grave problema con la violencia en general. Ya estamos “cansadas” de denunciar y demostrar con datos la “inseguridad” que sentimos las mujeres frente a la constante amenaza de que en cualquier momento, una de nosotras pueda ser agredida y violada. Vivir en una sociedad desarrollada ya no es garantía de seguridad frente a una posible agresión sexual o violencia de cualquier tipo hacia las mujeres, como se está viendo.
Pero para ser precisas, deberíamos ampliar el concepto de violencia hacia las mujeres y preguntarnos ¿Qué podemos considerar como violencia estructural hoy en día?
¿Son las desigualdades de género crónicas a lo largo del tiempo, formas de violencia contra las mujeres?
Esto daría para un intenso debate, sobre si podemos considerar o no ciertas desigualdades “estructurales” que afectan directamente a las mujeres, y se sostienen en el tiempo sin resolverse, como formas de violencia y cuyo desenlace, radica en la Feminización de la pobreza. Algunos colectivos de feministas ya han introducido este fenómeno social como un indicador más de violencia hacia el género femenino, cuando es una constante y no se abordan las soluciones, siendo una cuestión de voluntades políticas.
-La violencia cultural, la cual crea un marco legitimador de la violencia y se concreta en actitudes.
En España, como en el resto del mundo, la publicidad y los medios de comunicación son los instrumentos más efectivos para transmitir ideas simbólicas en un sentido positivo, pero también y como está ocurriendo, contribuyen de forma directa o indirecta en la asimilación de estereotipos de género e ideas preconcebidas en la distribución de roles sociales, como en la imagen que se proyecta de las mujeres.
Rosa Maria Calf, gran periodista y comunicadora ha defendido en varias ocasiones, la tesis de la responsabilidad del periodista “como constructor del modelo social” y sostiene que en la actualidad, “Los medios reflejan a las mujeres como víctimas, en roles tradicionales y en ámbitos femeninos asumidos como no prioritarios”
¿Por qué los medios de comunicación en general, se empeñan en continuar ofreciendo en pleno Siglo XXI una imagen de las mujeres que no se corresponde con los cambios sociales experimentados en la sociedad?
Tal y como queda documentado en el libro de la profesora de periodismo de la UAB Juana Gallego “De reinas a ciudadanas. Medios de comunicación, ¿motor o rémora de la Igualdad?” , con multitud de titulares periodísticos, el tratamiento que se hace de las mujeres es asimétrico respecto al que se hace de los hombres, es estereotipado, discriminatorio y peyorativo, tanto en la información como en los programas de entretenimiento y la publicidad. Esto, es violencia cultural.
Conviene recordar ¿Cuántas décadas del siglo XX y XXI hace que se celebra este día? No creo que nadie haya realizado un computo riguroso global de las mujeres que han muerto desde que se comenzó a celebrar…Tal vez esa cifra nos haría reaccionar, tal vez no…
Creo que ha llegado el momento de plantarse de una vez por todas y cuestionarnos como civilización que somos. ¿Qué pasa con los hombres que matan a las mujeres? Los feminicidios se cometen en todas partes del planeta. Hasta se ha elaborado un mapa interactivo de la violencia contra la mujer en el mundo.
¿Qué pasa con los sistemas que discriminan a las mujeres? ¿Por qué las desigualdades afectan de forma más directa y voraz a las mujeres y seguimos igual? ¿Por qué ese interés de la publicidad y los medios de comunicación por continuar visibilizándonos como objetos y no como sujetos…? ¿Es que debemos resignarnos a ser un colectivo en situación de desigualdad crónica, permanente? ¿Cuándo vamos a hacer algo todos juntos para cambiar esta situación? ¿Cuándo van a tomar partido en esta asignatura pendiente que arrastramos en nuestra historia, las mujeres empoderadas, las más formadas, las que tienen poder de decisión e influencia para defender los derechos de las que aún no los tienen, sufren los estragos de las desigualdades y están discriminadas?
Quizás, para nosotras, el primer paso debería ser éste, comprender que debemos defender los intereses de todas las mujeres de forma transversal. Cuando un anuncio de publicidad proyecta una imagen que agrede la integridad de una mujer, sea cual sea su condición socioeconómica, cultural, étnica o sexual… el mensaje va dirigido a todas, no lo olvidemos.
Pese a que las sociedades avanzan en muchos aspectos, en otros parece que seguimos estancados. Eliminar la violencia contra las mujeres, va mucho más allá de pactos de Estado para combatir la violencia machista. No se trata sólo de cambiar los códigos penales de las legislaciones internacionales y estales, son pasos importantes y necesarios, pero no los únicos que hay que dar. Es una cuestión de cambio cultural global y de voluntades políticas comprometidas e individuales y colectivas.
Me gustaría recordar a nuestros gobernantes las palabras del anterior Secretario General de la ONU Ban Ki-Moon:
“La violencia contra las mujeres y las niñas es una violación de los derechos humanos, una pandemia de salud pública y un grave obstáculo para el desarrollo sostenible”.
Si sospechas que tú misma o alguien de tu entorno puede estar sufriendo una situación de maltrato, ponte en contacto con el 016 lo antes posible. Te ayudarán.
Escrito por MF.
Si te gustó este artículo lo puedes compartir en tus redes (aunque lo leas unos días después de su fecha de publicación). También si quieres seguir este blog suscríbete a su newsletter