El cobre antimicrobiano es un conjunto de materiales- cobre y sus aleaciones- cuya principal característica es la prevención contra el contagio de enfermedades causadas por virus y bacterias que se propagan con el contacto manual. Casi el 80% de estas infecciones se trasmite por contacto, con lo cual la aplicación del cobre antimicrobiano en superficies con una alta frecuencia de utilización se convierte en un método muy efectivo para la prevención del contagio.
Uno de los ejemplos de este uso del cobre antimicrobiano es la iniciativa que ha puesto en marcha la compañía Alstom en el Metro de Valparaíso en Chile. Este medio de transporte, que utilizan más de 18 millones de viajeros al año, ha incorporado asideros y barras de sujeción fabricadas con cobre en todos sus trenes, con el objetivo de contribuir a que sus pasajeros se mantengan libres de un contagio de virus y bacterias.
Por otro lado, el edificio residencial Gambetta de Reims (Francia) ha implementado una solución con cobre antimicrobiano que es pionera a nivel mundial. Es la primera instalación a gran escala destinada a viviendas que incorpora el cobre antimicrobiano en los picaportes de las puertas, tanto en las zonas comunes como en el interior de las viviendas. Debido al alto impacto que tienen en la sociedad las epidemias invernales y el problema creciente de los organismos resistentes a los antibióticos, este nuevo edificio se ha diseñado para minimizar el riesgo de propagación de infecciones entre vecinos a través de los picaportes, que son uno de los objetos que se tocan con más frecuencia por múltiples personas.
Superficies de contacto hechas de cobre antimicrobiano ya se están usando en colegios, oficinas y centros sanitarios de todo el mundo para reducir la propagación de infecciones, lo que supone que se han convertido en un complemento fundamental a otras medidas de higiene como el lavado de manos o la desinfección rutinaria de las superficies.
Más información en Centro Español de Información del Cobre
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