El poder de los pequeños cambios
Cada año tenemos propósitos nuevos y la salud ha de ser uno de ellos. Todos brindamos: ¡salud! Pero poco pensamos en lo que estamos haciendo para favorecerla. Por mucho que brindemos, no mejora en absoluto.
La salud parece que es un don que nos viene dado por defecto, pero no es exactamente así.
Encontramos en consulta a pacientes enfadados por tener tal o cual patología. A veces he tenido que “defenderme” diciendo que no es mi culpa si tiene colesterol…
No se trata de ir al gimnasio si no has ido en tu vida y tienes 50 años. Muchas veces es peor tomar según que decisiones drásticas.
Vamos a ver el poder de los pequeños cambios
No es fácil tener disciplina en cosas que “a priori”no te gustan, pero si vas introduciendo los cambios despacio y sin hacer ruido en tu vida, al poco tiempo formarán parte de tu paisaje más saludable.
Pasadas las fiestas navideñas parece que los propósitos nos acosan por todos los rincones, pero si somos humildes y autocríticas vamos a ver que la mayoría son los mismos del año pasado que ya no los cumplimos y los vamos pasando de una agenda a otra.
Si, si…eso pasa bastante.
Insisto en el tema salud, que es el que me corresponde, pero esa salud engloba todo.
En algunos casos los efectos han sido devastadores a nivel físico o moral. No podemos esperar,que eso se solucione con el tiempo.
Hemos de poner hilo a la aguja y empezar a diseñar un nuevo modelo de día a día que sea más “ecológico” con nuestra realidad y nuestros deseos. Para esto nos hemos de sentir el máximo de bien. No podemos dejar nuestro bienestar real para cuando ya no podamos más.
Podemos empezar por mirar un poco hacia dentro y valorar si lo que estamos haciendo es lo que queremos hacer o lo que otros esperan que hagamos. Es un buen ejercicio, a veces produce agujetas, pero da que pensar… una vez llegamos a conclusiones empieza la dificultad que es poner orden y simplificar.
Como los libros de moda japoneses para ordenar la casa, lo podemos hacer con la vida, reduciremos el nivel de estrés y aumentaremos el tiempo para cuidar de nuestra salud.
No es lo mismo que administren una fuerte dosis de un producto, que dar la oportunidad a tu organismo de recuperarse. Para la segunda opción evidentemente se necesita más tiempo. Si has de ir a hacer algún tratamiento varias semanas seguidas, si es el caso, obviamente requiere un compromiso y responsabilidad diferente.
Si llegamos a la conclusión de que somos responsables de nuestras vidas, el cambio es abismal. No todo lo que nos pasa es por culpa de tal o cual y a lo mejor tenemos más margen de actuación del que nos hemos pensado.
Como oímos a veces : el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional.
Es cierto, pero hemos de aprender a gestionar éste sufrimiento.
A los de una cierta edad nos han educado para complacer y tener contentos a todos. Ahora sabemos que es imposible, pero hemos de practicar para poder hacerlo de la mejor manera. El miedo es el que nos hace ir mal, miedo al fracaso, miedo a que no nos quieran, miedo a no gustar…
La medicina china relaciona muy bien todas estas emociones y nos ayuda a equilibrarlas mediante los tratamientos con acupuntura que son un buen principio para el cambio personal.
Nadie se puede cuidar por ti.
Escrito por Dra. Margarita de Legorburu Bella. Licenciada en medicina y cirugía. Máster en acupuntura por la Universidad Bosch i Gimpera de la Universidad de Barcelona.
Diplomada en acupuntura por las escuelas de Pekín -China- y Colombo (Sri-Lanka). Master en PNL por el Institut Gestalt de Barcelona.
Directora médica en consulta privada en Barcelona. Directora médica del gabinete de acupuntura en Clínica Sant Josep de Vic. Acupuntura per la dona en Clínica Corachán (Institut Vilató). Facebook Twitter YouTube Instagram Google + LinkedIn
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