Que la aventura de la maternidad cada vez se plantea más tarde, es un hecho. Le damos la culpa a la incorporación a la vida laboral de la mujer y al acceso a cargos de responsabilidad durante las últimas décadas. Seguro que eso no ayuda, es cierto.
Otra realidad que no se comenta, a mi entender es que hay mujeres que no tienen problemas para tener niños, pero se le dan mal los padres. Por un motivo u otro, muchas mujeres no acaban de encontrar la pareja y se ponen a tener hijos ya en el límite con “chicos” que 10 años antes no hubiera pasado el test…o que no saben si realmente quieren que sea el padre de sus hijos. O a no tenerlos por ese mismo motivo…
Lo bueno de estos últimos caóticos y convulsos tiempos es que ahora la mujer puede elegir. Puede decidir si quiere tener hijos con fulanito o menganito, o tenerlos ella sola.
La ciencia ha abierto un nuevo campo de posibilidades
Es cada vez más frecuente ver mujeres profesionales que quieren ser madres, pero no tienen ningún interés en tener pareja (o en tener pareja por la prisa del reloj biológico).
Claro, el reloj biológico lo seguimos teniendo, pero también hay la posibilidad de congelar tus óvulos y usarlos de mayor… y se hace.
Incluso, alguna que yo sé, ha congelado sus mejores óvulos, no los ha necesitado y ahora tiene hijos, pero nunca se sabe. Los padres aparecen y pueden desaparecer. Los hijos quedan.
Durante muchos años nos han enseñado a las mujeres todo lo que hay que saber para No quedar embarazadas. Ahora es el momento de ir aprendiendo que hay que hacer pasa sí quedarse y como puedes saber en qué situación hormonal y fértil estás. Es importantísimo para decidir qué hacer con tu vida.
Sabe muy mal cuando ves parejas que llevan juntos desde el instituto y en un momento dado deciden que ya toca y empiezan los problemas… nadie se plantea que va a tener problemas de fertilidad.
Es auténtica ciencia-ficción, pero mi lectura positiva es el gran PODER que en este momento la ciencia le está dando a la mujer. El método ROPA, permite que dos mujeres tengan un mismo bebé, una aporta los óvulos y la otra lo gesta. ¡Impresionante!
¿Dónde está el límite?
No lo sé…pero ahí vamos. La libertad de decidir siempre es una buena premisa.
En mis consultas de acupuntura nos encontramos cada vez más con estas mujeres valientes que apuestan por ellas. Les ayudamos a mejoras su fase ovulatoria, regulamos reglas y mejoramos la calidad del endometrio para tener una buena implantación del embrión. También ayudamos a pasar los nervios que llevan todos estos procesos, de manera casi inevitable.
Acompañamos al ritmo que imponen las clínicas y si nos quieren seguir viendo, hasta el final del embarazo. La maternidad es una aventura para siempre…
