Silvia Alfaras, graduada en Diseño de interiores, ha trabajado con profesionales de la talla de Xavier Olivella, Sebastià Vilarasau, GCA Arquitectos Asociados y Rafael del Castillo, hasta que hace dos años creó su propio estudio, trabajando en proyectos que van desde viviendas hasta espacios comerciales, pasando por la creación de piezas de diseño industrial y de espacios efímeros.
¿Cómo trabajáis en vuestro estudio?
El estudio responde a una filosofía corporativa en la que predomina la excelencia en el servicio al cliente, con el objetivo de resolver espacios para crear ambientes que transmitan sensaciones. El objetivo es el diseño de nuevos espacios o la redistribución de los ya existentes y la ejecución del proyecto para garantizar el resultado deseado. Para ello es fundamental una comunicación muy fluida con el cliente para conocer y comprender las necesidades del proyecto, para conseguir un resultado final personalizado y adecuado para cada ocasión.
¿Qué tipo de proyectos realizáis actualmente?
Actualmente, ofrecemos un servicio integral de interiorismo (diseño de proyecto+dirección de obra), así como servicio de estilismo y decoración. Además, ponemos a disposición del cliente el servicio de Visual Merchandising, que abarca todo lo relacionado con la gestión del producto en espacios comerciales.
¿Contratar a un interiorista para el desarrollo de un proyecto de diseño interior implica una gran inversión?
Definitivamente no, en realidad diría que es necesario precisamente para optimizar costes y tiempo, aunque para ello conviene diferenciar el trabajo de una tienda de decoración con el de un estudio de interiorismo. Como interioristas, uno de los retos es trabajar con un presupuesto inicial, y ajustar ese presupuesto a su previsión de gastos, por lo que el coste de sus honorarios estará incluido dentro de ese presupuesto contemplado para toda la obra. Un interiorista resuelve los espacios a medida y de forma personalizada, tiene conocimientos actualizados de materiales y de opciones del mercado así como de iluminación, gestiona la coordinación de industriales que intervienen y la evolución de la obra, se hace responsable y resuelve problemas a diario, y consigue armonizar espacios y generar ambientes estilosos, adecuados para cada ocasión. Toda esta labor de gestión consigue optimizar procesos, y por lo tanto costes, y centralizar el conjunto de una obra en un solo interlocutor responsable, lo cual facilita el seguimiento del proyecto al cliente.
En resumen, un interiorista hace todo cuanto sea necesario para la buena resolución de la obra, por lo que, sin duda, la gran inversión es para el proyecto, no para el interiorista.
¿Qué aporta un interiorista?
Si tuviera que responder a esta pregunta con una sola frase, te diría claramente que aporta “calidad de vida”. Un buen interiorismo es el resultado de la suma de muchos elementos, como diseño, detalles, ambiente, armonía, equilibrio, organización, comodidad, materiales, colores, texturas… optimización de espacios, la aportación a la imagen de marca… Nuestro trabajo es resolver problemas espaciales y ambientales, saber gestionarlos potenciando su funcionalidad, pensando en cada detalle, en los hábitos y costumbres, en general en la actividad a desarrollar.
¿Qué caracteriza el estilo de Silvia Alfaras?
Líneas simples y claras de diseño, pero generando el ambiente adecuado en cada ocasión. No puedo evitar la tendencia a simplificar las líneas de diseño, en realidad creo mucho en el “menos es más”, pero huyo de los ambientes fríos procurando siempre generar un ambiente cálido y acogedor, personalizado en cada proyecto. La iluminación es un aspecto que para mí tiene prioridad, es fundamental. Me encanta la luz, lo entiendo como algo necesario, por lo que una adecuada propuesta lumínica tiene un lugar destacado en mis proyectos, una mala propuesta de iluminación puede llegar a estropear un buen proyecto. La búsqueda constante de la calidez y la funcionalidad del espacio son otras características siempre presentes en cada proyecto, se trate de una vivienda, de un hotel, de un espacio comercial de un despacho, o incluso de un espacio efímero, pero sobretodo, si hay algo que me preocupa especialmente es el cuidado por los detalles; sin duda en ellos está la clave, la diferencia.
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