Tras finalizar sus estudios de Bellas Artes, Mónica Lavandera decide desarrollar su proyecto personal más importante dentro del campo de la moda:
en el 2004 nace la firma Lavandera con el fin de desarrollar nuevos lenguajes dentro del mundo de la moda. Ha recibido varios premios y desfilado en varias pasarelas nacionales y showrooms, como la Semana de la Moda de Valencia, la Pasarela de Gijón, Pasarela de Vitoria, SIMM, etc…
Afincada plenamente en el prêt-à-porter, Lavandera intenta acercar la gente de la calle y la moda más conceptual. Persigue una idea de colección continua, donde la temporalidad de las prendas depende de quién las lleva y no tendencias externas.
De Bellas Artes al mundo de la moda… ¿Cómo fue el salto… o quizás transición?
Considero que fue una transición natural. En los estudios de Bellas Artes disfruté mucho y me marcaron en mi madurez como persona. Pero una vez terminados, tenía otra idea que me rondaba la cabeza. Desde hacía años me gustaba el mundo de la moda y fue entonces cuando decidí introducirme en este mundo tan fantástico y tan complejo a la vez. La formación creativa de Bellas Artes me sirvió para forjarme un concepto de lo que yo entendía como moda. Y supongo que hasta hoy sigue siendo así. Si no hubiese hecho Bellas Artes, no trabajaría como trabajo en este sector.
¿Cómo definirías el estilo Lavandera? ¿Qué mujer puede sentirse identificada con él?
El estilo de Lavandera es muy personal. Ya que parte del concepto de analizar la prenda desde la estructura, desde el patrón. No es una marca para grandes masas. Es una marca dirigida a personas que buscan otro tipo de consumo de moda, con otras inquietudes. La mujer que se identifica con Lavandera es aquella que percibe y valora el carácter intimista de la marca. Que sabe que está comprando un producto exclusivo, que la va a hacer diferente.
Si apostamos por un consumo exacerbado sin tener en cuenta de donde viene nuestra ropa, cómo se ha pagado la mano de obra, qué procesos se han seguido para el desarrollo de los tejidos, estamos participando de una sociedad de consumo sucia.
¿Qué implica estar en el circuito de pasarelas, desde el punto de vista creativo, de cara al público y clientas, etc.?
Las pasarelas tienen un papel de visibilidad de la marca muy concreto. De cara a dar a conocer una marca funcionan muy bien. Pero su estructura ha evolucionado muy poco a lo largo de los años. Algo paradójico teniendo en cuenta la rapidez con la que cambia el mundo de la moda. Yo las utilicé como plataforma de promoción al principio de mi carrera. Pero hoy en día he apostado por poner el foco en un tratamiento más personalizado de todo lo que rodea a la firma Lavandera.
En las pasarelas las tendencias cambian cada 6 meses. ¿Cómo puede adaptarse la mujer “de calle”?
Hoy en día vivimos en un mundo de locos. El ritmo de cambio, propiciado por una necesidad de aumento de ventas marcado por las grandes empresas textiles, está propiciando un consumo de usar y tirar. La firma Lavandera apuesta por un consumo más de coleccionista. Conozco clientas que guardan las prendas de Lavandera con mimo a lo largo de los años. Esto se consigue no siendo fiel a las tendencias externas, sino marcando tu propio discurso. En Lavandera ha habido una evolución de las formas. Pero está más basada en escuchar a las clientas que en leer las tendencias del mercado.
¿Qué ha marcado e inspirado tu última colección?
Cómo comento más arriba, Lavandera se ha forjado su discurso a través de los años. Un discurso que le ha permitido tener su propio diccionario de formas y volúmenes. Vive la actualidad del mundo social que nos rodea y evoluciona con ella. Para esta colección hemos apostado por unas líneas limpias, sin extravagancias. Acorde a una situación actual de reflexión y mirar hacia dentro.
¿Cómo suele ser tu proceso creativo?
Analizo los trabajos anteriores. Selecciono formas de mi “diccionario” y, conjuntamente con la selección de tejidos, creo una nueva colección. Es un proceso muy personal. Podríamos decir, no muy de escuela. Considero que esto es lo que me ha hecho no ser una diseñadora al uso.
¿Qué crees que aporta la moda a nuestra sociedad, a la mujer y, por qué no, a la economía?
La moda es un sector económico importante. Todo el mundo se viste. Pero considero que no estamos analizando muy bien qué mundo de la moda queremos. Hacia dónde vamos. Si apostamos por un consumo exacerbado sin tener en cuenta de donde viene nuestra ropa, cómo se ha pagado la mano de obra de los trabajadores, qué procesos se han seguido para el desarrollo de los tejidos, estamos participando de una sociedad de consumo sucia. No podemos olvidarnos que el sector industrial de la moda es uno de los más contaminantes. Lavandera es muy consciente de todos estos factores y apuesta por un consumo más lento y meditado.
¿Cuáles son tus próximos proyectos e ilusiones?
Espero poder seguir diseñando con mi filosofía. Seguir aportando a la gente un producto de moda diferente con el que se identifique. Y educar a mis clientes en un consumo de moda más sostenible.
Esta colección hemos apostado por unas líneas limpias, sin extravagancias, acorde a una situación actual de reflexión y de mirar hacia dentro
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