El resto continúa siendo una incógnita. Lo que sí sabemos es que cuantos más defectos existen en el genoma de una persona, antes aparece la enfermedad y peor responde el sujeto al tratamiento. Así, existen genomas más vulnerables que, afectados por factores ambientales adversos, sufren un desequilibrio que se traduce en enfermedades y envejecimiento prematuro.
El sistema actual de prescripción de medicinas por “ensayoerror” basado en la sintomatología del paciente puede plantear algunos problemas. Y es que según el Dr. Cacabelos, fármacos y alimentos se comportan de forma diferente en función de la genómica de cada persona, cuyo estudio clínico diario podría contribuir a disminuir el gasto farmacéutico entre un 15 y un 20%. Según el experto, “por ejemplo, el 20% de la población femenina no debería tomar anticonceptivos por su perfil genómico. El 50% de los antidepresivos consumidos diariamente corresponden a una formulación no adecuada a su perfil genómico y el 30% de las personas que toman ansiolíticos lo hacen en dosis inadecuadas.”
Objetivo: tratamiento personalizado
En los últimos cinco años se han llevado a cabo estudios a nivel nacional e internacional sobre los genomas que son responsables de la respuesta del organismo hacia los fármacos y que determinan que un tratamiento funcione o no. Así se ha descubierto que existen cuatro tipos de perfiles metabolizantes en la población: normal, intermedio (que metaboliza al 50%), pobre (que no consigue metabolizar correctamente y como consecuencia surgen efectos secundarios) y ultrarrápido. A partir de ahí, se está desarrollando la Farmacogenómica que personaliza los tratamientos y determina qué medicamentos son los adecuados, y en qué dosis, en función del perfil genético de cada individuo. Del mismo modo, la Nutrigenómica permite un aprovechamiento más adecuado de lo que comemos al establecer dietas adaptadas también al genoma de cada persona.
¿Qué papel juega la genómica en la belleza del futuro?
El sistema de detoxificación del organismo se relaciona con el envejecimiento tisular. Cuando el organismo detecta un agente exógeno dañino, lo elimina para evitar la toxicidad en las células. Si ese sistema metabolizador es pobre debido a una mutación, entonces falla y se acumula toxicidad, generando un trastorno en forma de enfermedad o envejecimiento.
“Todo producto que aplicamos por vía tópica se metaboliza siguiendo el mismo principio que un fármaco o un alimento”, afirma el Doctor Cacabelos. A través del conocimiento del perfil genómico individual y los genes responsables de la eliminación de los agentes tóxicos que absorbe nuestro organismo es posible prevenir el envejecimiento de los tejidos. No se trata de una medicina
antiedad, sino de gestionar mejor el paso del tiempo a través de la genómica.
La genómica también tiene un papel crucial en cosmética, ya que la respuesta a los diferentes agentes cosméticos también depende del perfil genómico. El uso de cosméticos sin tener este factor en cuenta puede inducir respuestas contrarias al objetivo de muchos productos.
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