Los hábitos intestinales normales pueden ser muy variables entre personas, pero por lo general se puede definir el estreñimiento como la dificultad para realizar más de 3 deposiciones semanales.
Para combatir el estreñimiento ocasional es necesario establecer hábitos saludables.
Sus causas son diversas y muy variables, aunque la más frecuente es una alimentación inadecuada, pobre en fibra y agua, y la falta de ejercicio físico.
Además, el estreñimiento ocasional puede estar debido a cambios de hábitos de vida como horarios, costumbres, dietas, viajes o el estrés.
Sin embargo, si el proceso no mejora, hay que valorar otras causas. En los pacientes adultos de más de 40 años, si se producen cambios repentinos del ritmo intestinal sin una razón conocida se recomienda una consulta médica.
Causas y recomendaciones
Como la causa más frecuente es una inadecuada alimentación, hay que procurar tener en cuenta las siguientes recomendaciones:
- Mantener una dieta rica en fibra, o sea, legumbres, cereales integrales, fruta fresca sin pelar y verduras hervidas y crudas.
- Beber muchos líquidos, mínimo 1,5 L. al día.
- Hacer ejercicio físico con regularidad.
- No contenerse nunca cuando se tenga necesidad de ir al baño. Huir de las prisas.
Para el estreñimiento, los laxantes son adecuados pero sólo en ocasiones esporádicas ya que, si se abusa, el intestino se acostumbra a funcionar sólo cuando existe la provocación. Además, su abuso puede producir más estreñimiento.
Existen muchos tipos de laxantes: los que incrementan la masa intestinal, los emolientes o ablandadores de heces, los lubrificantes, los osmóticos y los estimulantes.
Según aconseja el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona, los laxantes más adecuados en la automedicación son los formadores de masa que contienen suplementos de fibra para facilitar el paso de los alimentos a través de los intestinos.
Pero antes de tomar un laxante hay que consultar con el farmacéutico, que aconsejará lo más apropiado para cada situación.
Recordar que nunca se tienen que tomar durante más de dos semanas seguidas sin consultar al médico.
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