Artículo escrito por Pilar García Paños
“Imagina, por un instante, que te encuentras reposando en un banco, inmerso en un escenario envuelto en niebla. Frente a ti, un lavadero con un par de grifos aguarda. De la bruma emerge una mujer, envuelta en la suavidad de una toalla que abraza su figura. Súbitamente, llena el cuenco de agua de la pileta y empieza a rociarte con sus caricias líquidas.
Tras la lluvia acuática, toma un jabón marrón y con él, enjabona cada centímetro de tu cuerpo, desde los pies hasta la cabeza. Inicia un masaje vigoroso y decidido, utilizando una manopla rasposa que se desliza con fuerza por tu espalda, brazos, abdomen y piernas. En ese océano de sensaciones, entre el dolor y el placer, una nueva cascada de agua caliente emerge, borrando cualquier rastro de piel muerta.
Te entregas a ese delicioso cosquilleo, permitiéndote ser bañada en una inmensa ola de paz y bienestar. Ahora es el turno de tu cabello, acariciado por un champú que desata una abundante espuma. Gotas de agua resbalan suavemente por tu cabeza, y luego, con esmero, te secan con una toalla de hilo.
Finalmente, una crema corporal delicadamente aplicada se convierte en el toque final, dejando tu piel envuelta en una sensación de deleite y suavidad”.
Hammán un concepto de negocio nuevo en Barcelona
Acabo de describirte la representación exacta de mi concepto de negocio. ¿Qué te parecería la idea de ser cuidada y lavada por otra persona en lugar de hacerlo tú misma en casa? El Hammán, arraigado en culturas milenarias y orientales como Marruecos, Argelia, Túnez, Egipto y Siria, es un espacio donde las mujeres árabes no solo se bañan, sino también se relacionan y desconectan del ajetreo diario.
Mi primer encuentro con este concepto fue hace 14 años en Argelia, una experiencia única e impactante que dejó una marca indeleble en mi vida. Todavía puedo visualizar la sala llena de vapor, con mujeres desnudas sentadas en banquetas, lanzando agua sobre sus cuerpos y el sonido de las cascadas al chocar en el suelo.
¿Qué diferencia al Hammán de los spas, balnearios y centros termales? En primer lugar, no hay piscinas ni láminas de agua; todo lo que necesitamos fluye del grifo. Además, es un lugar donde una persona lava a otra.
Asistir a un baño árabe tiene innumerables beneficios para la salud, desde mejorar la piel y la respiración hasta reducir dolores musculares y articulares. Es una terapia de hidroterapia que utiliza agua y calor para sanar, mejorando el estado de ánimo y eliminando el estrés.
Busco financiación para construir el primer negocio de este tipo en Barcelona. Imagina un palacio de la limpieza, lujoso, con mármoles delicados, arquitectura oriental y un servicio exclusivo centrado en el cliente. Esta es una oportunidad excepcional con amplias posibilidades de crecimiento y expansión.
Si has vivido esta experiencia o te entusiasma esta idea de negocio, ¡contáctame a través de Linkedin, Pilar García o al teléfono +34 686 752 195!