Una causa relativamente frecuente de intolerancia a cosméticos es ser alérgico a alguno de los componentes. Entre ellos destacan las fragancias, que no solo se emplean en las colonias, sino en casi todos los cosméticos para dar una sensación agradable. Otro grupo de sustancias que provocan la alergia son los conservantes. “Todos los cosméticos tienen el potencial de irritar la piel, aunque como norma los más sencillos químicamente son mejor tolerados. El término natural no es equivalente a inocuo y los extractos de muchas plantas son muy complejos químicamente. Los cosméticos que contienen alcoholes o ácidos, aunque sea en pequeñas cantidades, pueden ocasionar una dermatitis irritativa crónica que el paciente no relaciona con el uso de ese cosmético en concreto. Otras moléculas como los parabenos o la metilisotiazolinna pueden producir reacciones alérgicas en un porcentaje importante de la población”, explica el Dr. Leopoldo Borrego, Profesor Titular de Dermatología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dermatólogo del Complejo Universitario Insular Materno Infantil y miembro de la AEDV. La concentración máxima de estas sustancias que pueden contener los productos cosméticos está muy regulado por Directivas Europeas.
Una de cada tres personas asegura tener la piel sensible
Patologías cutáneas más comunes
La mayor parte son dermatitis irritativas que el propio enfermo reconoce: basta con evitar el cosmético que a ocasionado la irritación. El problema es cuando son muchos cosméticos. Estos casos se pueden deber a una irritación crónica leve pero acumulada en el tiempo, a una alergia a alguno de los componentes de los cosméticos, a padecer una dermatitis atópica (la intolerancia a cosméticos es una de las manifestaciones más frecuentes de la dermatitis atópica del adulto), una rosácea y en general cualquier tratamiento inadecuado de cualquier cuadro cutáneo con lesiones en la cara se puede manifestar como intolerancia a cosméticos. Por otra parte existen algunos pocos pacientes con alteración de la imagen corporal, o dismorfofobia que reeren una intolerancia a cosméticos que no es real o que se produce por un uso inadecuado de estos.
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