Los primeros meses del año se caracterizan por los buenos propósitos que nos llevan a llenar nuestras agendas de actividades y emprender nuestros sueños. Pero, en ocasiones, sentimos que nos falta la energía necesaria para llevar a cabo todos esos retos. Sensación de astenia que no aparece después de grandes esfuerzos sino en las cosas del día a día.
¿Piel desvitalizada, aspecto cansado y sensación de que el aire pesa sobre tus hombros? Descartada una afectación orgánica, es el momento de acudir a la ubiquinona o Coenzima Q10 . Se llama así porque es ubiquitaria: está en todas las células de nuestro organismo, aunque está en mayor concentración en el corazón, el hígado, los riñones y el tejido muscular. Cumple la función de activar el metabolismo celular a nivel mitocondrial. Las mitocondrias son las centrales energéticas de nuestras células. En ellas tienen lugar las reacciones de óxido-reducción y la síntesis de ATP, moneda energética del organismo, así como el transporte de electrones en el circuito respiratorio celular para la obtención de energía.
Cómo funciona
Un buen complemento en Co Q10 es aquel que posea una excelente absorción y buena biodisponibilidad que le permita optimizar el sistema de defensa antioxidante celular luchando contra los Radicales Libres que producen el envejecimiento celular y por tanto de los tejidos. Actúa como un antioxidante, igual que la Vitamina E y los carotenoides, y estabiliza las membranas frente a la acción de los Radicales libres y la peroxidación lipídica.
A partir de los 20 años la autoproducción de Q10 disminuye, con lo que su aporte va a beneficiar en todos aquellos procesos relacionados con el envejecimiento, sobre todo a nivel de la piel y los daños oxidativos.
El aporte de Q10 también nos protege frente a la radiación solar y los daños que produce a nivel del ADN celular. Si complementamos nuestra dieta con Q10 para ralentizar el envejecimiento celular vamos a necesitar una dosis diaria de 100 mg.
Además, recuerda:
• Respetar las horas de sueño. La reparación nocturna es fundamental.
• Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas y verduras y pobre en grasas saturadas. Acude a las legumbres como fuente de proteínas y a los frutos secos como fuente de ácidos grasos insaturados o saludables.
• La Co Q10 es sintetizada por nosotros. Los alimentos que mayor contenido tienen en Co Q10 son el brócoli, las espinacas, las nueces y los crustáceos.
• En invierno también es importante la hidratación. Las calefacciones quitan humedad y alteran la microcirculación cutánea, dando mayor sequedad a la piel. Disfruta de infusiones de té verde, rooibos, té con jengibre…
• Practica ejercicio al aire libre que aumente la oxigenación de los tejidos. La respiración del yoga kundalini o pranayama también aumenta el oxígeno en tu organismo.
Ten en cuenta que la mejor medicina es la prevención. Tener un aspecto sano no se improvisa. La alimentación sana, el ejercicio físico y los suplementos dietéticos son la clave para que se traduzca ese aspecto luminoso en la piel, fiel reflejo de la belleza que proporciona la salud.
Escrito por Dra. Inma González de Novadona Espai de Salut para dDermis Magazine