Las bacterias intestinales pueden hacerte engordar
Cada vez se habla más de las bacterias intestinales y su relación con la salud. Sabemos que viven en un delicado equilibrio donde hay bacterias beneficiosas y otras perjudiciales, junto con hongos, levaduras, virus y gérmenes patógenos.
Cuando por distintos factores que ya explicamos en este artículo, se produce un desequilibrio entre las bacterias intestinales, se altera la permeabilidad intestinal y eso tiene importantes repercusiones en nuestra salud hasta el punto que puede hacernos engordar.
¿Pero qué relación tienen las bacterias intestinales con el hecho de engordar?
Según Marta Garaulet, doctora en Farmacia, especialista mundial en cronobiología y autora del libro Los relojes de tu vida, actualmente se conocen cuatro mecanismos que pueden explicar el efecto de las bacterias sobre la obesidad:
- Se obtienen más calorías comiendo los mismos alimentos. Significa que por ejemplo un pastel de chocolate podría aportar más calorías a una persona obesa con una microbiota alterada que a otra persona normopeso con una microbiota saludable. Y es que las bacterias intestinales participan activamente en la obtención de energía de los alimentos determinando su paso a través de la membrana intestinal. Además, el tipo de bacterias de nuestro intestino puede influir en el tiempo de tránsito intestinal, es decir lo que tarda el alimento en recorrer el intestino. Cuanto más tarda en recorrerlo, más tiempo está en contacto con la membrana del intestino, y por tanto más capacidad tiene nuestro organismo de absorberlo y extraer calorías del alimento.
- Se acumula más grasa en el tejido adiposo. Las bacterias de los individuos obesos favorecen la acción de una enzima llamada lipoproteinlipasa que ayuda a que la grasa entre a los adipocitos y se acumule, por lo que engordaremos más comiendo lo mismo.
- Aumenta la inflamación. La microbiota intestinal también presenta un papel en el grado de inflamación del individuo. Por ejemplo, el aumento de un determinado tipo de bacterias reduce la proporción de bacterias protectoras de la barrera intestinal, alterando los procesos inflamatorios de la obesidad.
- Las bacterias intestinales pueden hacer que tengas más o menos hambre. Y es que las bacterias beneficiosas intervienen aumentando la producción de unos péptidos saciantes que son capaces de decir a nuestro cerebro que paremos de comer. Por el contrario, las bacterias perjudiciales inhiben la secreción de estos péptidos saciantes y tendremos más hambre.
Artículo escrito por Anna Paré. Farmacéutica y Graduada en Nutrición Humana y Dietética. CEO en Nutresalut