Mientras escribo este artículo sobre zapatillas deportivas, no deja de venirme a la mente en bucle una escena de la película de los 80’S protagonizada por Melanie Griffith: Armas de mujer.
En una escena el espectador era testigo del trayecto que una neoyorquina hacía desde su casa hasta la oficina, a toda prisa con ferry incluido. En ese tiempo me sorprendió que una ejecutiva fuera a la oficina vestida con traje chaqueta y con zapatillas deportivas (que cambiaba por zapatos al llegar a destino). Porque, para esos entonces, en España era inconcebible ir a trabajar con un calzado que no fuera un clásico salón de tacón.
Los tiempos cambian y las zapatillas deportivas se han convertido en una pieza fundamental en cualquier armario, seas deportista o no.
De hecho, un reciente estudio estadounidense dice que el sector denominado «ocio deportivo» fue el que más ha aumentado, con una subida del 17%; mientras que la zapatilla de «rendimiento», es decir, la desarrollada específicamente para hacer deporte, no sólo no ha aumentado, sino que ha decrecido un 10%.
Las zapatillas deportivas en EEUU
Cuando EEUU se resfría, Europa estornuda. Así que esta tendencia al alza del consumo de zapatillas life-style también la vemos en España. Por ello en Suecos también hemos tenido que adaptarnos a las preferencias de los consumidores y hemos desarrollado la gama ALMA y la gama GRIM en esa línea.
Y confieso que también yo, una amante de los zapatos clásicos y femeninos, he ido a trabajar, alguna vez, con zapatillas.
Es cierto que pierdes algo de glamour, pero los diseños actuales son fantásticos y mis pies y mi espalda, al final del día, lo agradecen.
Artículo escrito por Rosa Novoa. Directora General de Suecos
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