La Agenda de desarrollo de Naciones Unidas sitúa la igualdad de género como un objetivo a lograr en 2030, igualdad de género 50/50 entre hombres y mujeres, con el empoderamiento de las mujeres, especialmente, las mujeres jóvenes y adultas.
193 Estados firmaron esta Agenda el 25 de Septiembre del 2015.
17 objetivos y ninguno de ellos podrá ser efectivo si el 50% de la población, las mujeres, no intervienen y si la mirada, el talento y el liderazgo femenino no está presente.
Cómo reitera Cristina Gallach, secretaria general adjunta de comunicación de Naciones Unidas, la erradicación de la pobreza, la lucha contra el hambre, la buena salud, la educación de calidad, el agua potable, las energías renovables, la ocupación digna y el crecimiento económico, la innovación y las infraestructuras, la reducción de la desigualdad, las ciudades y comunidades sostenibles, el consumo responsable, la lucha contra el cambio climático, la preservación de la flora y fauna acuáticas y terrestres, la paz y justicia y las alianzas por los objetivos mundiales no pueden avanzar sin el objetivo 5 de la igualdad de género.
Hay que avanzar en el espacio privado y en el espacio público. En cualquier esfera de la vida, especialmente en el valor de la cura, en las condiciones de vida, y en la economía, en la ocupación y en la formación. Las instituciones han de fomentar los lugares de liderazgo y la mirada femenina. Hace falta a la vez visibilidad.
La necesidad de dar valor a la conciliación de los espacios de tiempos públicos y privados tiene que ser una prioridad.
La renuncia, el retraso de la maternidad, el bajo número de hijos por mujer son algunos de los signos de alerta. En Cataluña, el número de hijos por mujer es 1.39 (UE 1.58), la edad mediana de la madre en el primer hijo es de 31.9 (30.5 UE) y ya 1 de cada cuatro mujeres renuncian a tener hijos. Todavía más del 50% de los cuidadores de personas con falta de autonomía personal son mujeres cuidadoras familiares, no remuneradas.
La renuncia, el retraso de la maternidad, el bajo número de hijos por mujer son algunos de los signos de alerta.
Los horarios laborales y en general del uso del tiempo, pérdida de ayudas familiares, en forma de prestaciones económicas y/o servicios y la poca valorización de la cura traen a muchas dificultades, en especial a las mujeres para construir su proyecto de vida, si incluye la familia. Cómo ha investigado Christel Keller si se contabilizara la economía de las cura el PIB catalán subiría un 40%.
Disponemos de datos que permiten hacer monitorización de la evolución de la igualdad de oportunidades de las mujeres. El Indicador global de desigualdad de género de Cataluña, liderado por el Observatorio Mujer, empresa, economía de la Cámara de Comercio de Barcelona indica que las mujeres tienen igual o mejor formación, peor calidad de vida, más riesgo de pobreza y menos representatividad en los órganos de gobierno de las instituciones y empresas.
En los últimos años (2005-2015) nos constata Anna Mercader, directora del Observatorio, las mujeres catalanas han progresado en formación y en el ámbito técnico e investigadores y en cargos electos públicos y continúa la desigualdad franca en el apoderamiento directivo, en los salarios, en las condiciones de vida.
Y la invisibilidad forma parte de la norma.
Pensamos, por ejemplo, en el campo del deporte de élite femenino catalán, el tiempo dedicado a ellas y su popularidad. Núria Picas, corredora montaña, Laia Sanz, trial motos, Marta Unzué , futbolista, Mireia Belmonte, nadadora, Gemma Mengual y Ona Carbonell, natación sincronizada,… y tantas otras. Confirmamos que tenemos talento, referentes femeninos en todos los ámbitos, pero que la discriminación es presente en inversión de tiempo dedicado.
Pero las corrientes de fondos son positivas y persistentes, la revolución silenciosa de las mujeres en la investigación de la igualdad de oportunidades no es sólo por ellas, sino que cuestiona muchas estructuras, todavía totalmente masculinizadas. Forma parte de acciones individuales y colectivas, desde el ámbito local y el global.
La universalización del acceso de servicios públicos básicos como la educación y la salud ha dotado a las mujeres de Cataluña, de España, de la Unión Europea de premisas básicas desde donde edificar el apoderamiento, pero la economía continúa con mirada masculina.
La economía financiera y la especulación son malos aliados para la investigación del 50/50 y para analizar los resultados en términos de beneficio social.
También en el poder religioso, el nulo adelanto de las mujeres en los ámbitos de toma de decisiones hace muy difícil la incorporación de la gestión femenina.
La investigación de la igualdad de oportunidades y del 50/50 en cualquier esfera de la vida es uno de los instrumentos para mejorar los retos del mundo, la desigualdad por renta, por sexo y la necesidad de economías sostenibles medioambientalmente y socialmente.
En la cuarta edición del Women 360 Cogress el próximo 5 Octubre, en ESADECREAPOLIS, de nuevo, debatiremos en torno la Salud y el Bienestar de las mujeres directivas y empresarias. Conversaciones, debates, experiencias con el Círculo Economía, Colegio Médicos de Barcelona, profesionales expertos en el campo de la Salud Cardiovascular, bienestar emocional, Actividad fisica.
Hacen falta espacios de encuentro, de reflexión, desde el rigor y la experiencia, para avanzar. Alianza entre hombres y mujeres, compartiendo liderazgos, igualdad de oportunidades y conciliación.
Artículo escrito por Marina Geli, médica, coordinadora del Centro de Estudios Sanitarios y Sociales UVic-UCC.
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