La regla es la llamada “dismenorrea” consiste en ciclos menstruales dolorosos que pueden darse a cualquier edad mientras se dé la menstruación.
En el caso de la adolescencia, en la cual tener la regla es una cosa más de las muchas novedades que hay que asumir, es muy frecuente tener dolor.
En nuestro medio, la edad de la menarquía (primera regla) es alrededor de los 12,5 años, con ciclos regulares y ovulación entre 21 y 35 días, y una duración media del ciclo de entre 2 y 7 días.
En las adolescentes la función hormonal tarda un poco en actuar perfectamente, así que podemos ver ciclos sin ovulación hasta 2 años después de la primera regla y ciclos irregulares en un 50-80% de los casos entre los 2 y 5 años posteriores a la aparición de la primera regla.
La causa más frecuente de dismenorrea secundaria es la endometriosis, que consiste en que hay tejido endometrial en otros lugares diferentes al útero, muy frecuentemente en ovarios. En otros casos poco frecuentes podemos encontrar abscesos, quistes ováricos, inflamaciones pélvicas y muy raramente algún tumor.
El tratamiento habitual son antiinflamatorios y en muchos casos contraceptivos orales.
¿Cómo nos puede ayudar la acupuntura?
El tratamiento con acupuntura es especialmente útil en casos de dismenorrea primaria, es decir, en los que hay dolor sin ninguna causa física que lo produzca. Es una gran alternativa a los antiinflamatorios y mucho más a los tratamientos hormonales.
Mediante la colocación durante 20 minutos de unas pequeñas e indoloras agujas, vamos a conseguir regular la energía de la persona.
Al regular la energía, así mismo, equilibraremos el flujo de sangre y ayudaremos a que se regularice antes. Es de utilidad tanto para ayudar a normalizar el ciclo como para tratar el dolor, corrigiendo el estancamiento de sangre y energía que es la causa del dolor según la Medicina Tradicional China.
No hay una edad determinada para empezar a tratarse con acupuntura. Es un tratamiento natural, que trabaja con los propios recursos de la persona y que produce gran sensación de relajación y bienestar al acabar la sesión. Al insertar las agujas (que nada tienen que ver con las de las inyecciones o las de las analíticas de sangre) se liberan unas substancias llamadas endorfinas que producen bienestar a los pocos minutos.
Podemos realmente ayudar a que el dolor menstrual no altere nuestra vida diaria ni la de nuestras hijas, con una información que seguramente no tenían nuestras madres.