Escucho hablar del “liderazgo”, del “techo de cristal”, del “retiro a tiempo para cuidarnos”, que en realidad es para cuidar a nuestra familia, que somos el pilar que sustenta nuestro núcleo…
Somos mujeres que penetramos en oligarquías masculinas y nos encontramos muros difíciles de superar, y en ocasiones tendemos a adoptar comportamientos masculinos para mantenernos, olvidando que nuestra capacidad organizativa, nuestro sentido común y nuestra economía aplicada nos hacen ser exigentes y competitivas. Gracias a ello, en muchas ocasiones llegamos a altos cargos en la dirección de grandes empresas y organizaciones, como es el caso de Patricia Abril, presidenta de Mc’Donalds España, Laura González-Molero, presidenta del grupo Merck España, o Rosario Moreno, directora de la Fundación Avan.
Noticias como que las mujeres directivas alcanzaron un 13% de crecimiento en Telefónica o que Mónica Oriols ha sido nombrada primera Presidenta del Círculo de Empresarios nos hacen sentir más cerca del éxito y de la alta dirección. Sin embargo, ¿qué pasa con la conciliación? ¿Han renunciado a su núcleo? Constancia, principios y saber delegar en personas de confianza son claves para el éxito como apunta Patricia Abril.
Con esta reflexión quiero animar a las mujeres a coger las riendas de sus vidas y encaminar su empresa: con un buen asesoramiento, talento y coraje, se pueden crear grandes proyectos y liderar grandes corporaciones. ¡Que ya somos el 13,8% en consejos de dirección! ¡Ánimo y adelante!
Directora
