Una parte de la sociedad, hombres y mujeres, creen innecesaria la mirada femenina aplicada a cualquier ámbito. Consideran que el desarrollo social y las leyes han otorgado a las mujeres igualdad y que es innecesaria y hasta contraproducente introducir diferencias de género.
A propósito de mi colaboración científica con Women 360⁰ Congress, intentaré aportar algunos datos y reflexiones que justifican la necesaria mirada de género.
Delante de la crisis del modelo económico, ambiental, social y cultural uno debería hacerse una simple pregunta: Y si el poder económico, financiero, religioso, institucional mundial fuera más plural, con mayor participación de mujeres, ¿estaríamos en el mismo lugar?
La mirada plural de género puede ayudar a interpretar mayor la complejidad de las organizaciones y decisiones y a representar mejor a las mayorías.
Los datos ya publicados indican que en Catalunya el 38% de las mujeres tienen estudios universitarios frente el 32% de los hombres. La tasa actual de abandono escolar prematura en Catalunya es del 27% en chicos y 17% en chicas.
Las mujeres están mejor formadas pero con menos trabajo, peor salario y promoción profesional. Peor salud, más trastornos crónicos (42% en mujeres, 35% hombres) y mayor riesgo de problemas mentales (15% riesgo mujeres y 9%hombres).
La crisis económica está empeorando la desigualad social y la de género.
A pesar de todos los elementos de mercado laboral, de salud, de cultura patriarcal negativos hay cambios de fondo que van a propiciar que la mujer y la mirada femenina sean claves en el momento de cambio actual, a nivel local y global.
La mujer, más por cultura que por genética, tiene una mirada más ecológica de las cosas, del tiempo, de la gestión de las organizaciones familiares o sociales, de la vida.
La educación formal y la emocional están apoderando (“Empowerment”) a las mujeres que pretenden construir modelos sociales más inclusivos, menos violentos, más acordes a buscar la felicidad, no solamente en el éxito profesional sino en la tranquilidad personal. Y además estos cambios, irreversibles, sirven para todos, hombres y mujeres, para todas las edades, ya que pluraliza, personaliza las soluciones.
Las mujeres que gestionan mayoritariamente la economía doméstica al gestionar economía empresarial, trasladan a ella la mirada de la cotidianidad, con menor competencia, mayor cooperación, menor autoritarismo y mayor autoridad.
Quiero rescatar el estudio Managgend 2011. “Indicadors gestió i gènere per la competitivitat dels sectors públics i privats de Catalunya en una societat del coneixement complexa”, dónde se evidencia la aportación de estilo femenino en la economía catalana.
Asimismo estamos transitando a un modelo de familia más igualitaria que no debe tener camino de regreso al pasado. Las políticas de soporte a la natalidad, a las familias deberán ser prioridades en una sociedad con pocos niños, con una tasa de pobreza infantil amoral, con un envejecimiento que obliga a cambios profundos.
La cultura femenina imprescindible delante los retos de modelos en transición que tenemos en el presente y a medio plazo.
Por tanto, las mujeres deben participar activamente en todos los foros y desde espacios propios compartir para hacer propuestas a las propias mujeres y a la sociedad. Buscar equilibrio delante de las incertidumbres; aprender a gestionar elementos complejos. Construir salud, en el sentido más holístico, con orientación biopsicosocial, individual y colectivo, son una de las claves del éxito.
Escrito por Marina Geli Fàbrega, médica, especialista Medicina Interna, para dDermis Magazine.
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