El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, la Organización Meteorológica Mundial y la OMS están trabajando juntos con el objetivo de reducir los riesgos ambientales para la salud.
Anualmente, se producen más de 12 millones de fallecimientos por enfermedades asociadas con riesgos ambientales como el aire, el agua o la contaminación del suelo y el cambio climático.
“Los cambios climáticos amenazan con socavar todas las condiciones ambientales de las que depende la vida de las personas como, por ejemplo, el agua, la comida o la vivienda. En 2050, el 66 por ciento de la población mundial vivirá en zonas urbanas que, a menudo, están contaminadas”, según destacó la directora de la OMS, Margaret Chan.
Se trata de unos riesgos ambientales para la salud que, tal y como recordaron, son “demasiado complejos” como para ser abordados desde una perspectiva “simplista”. Por ello, destacaron la importancia del ‘Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible’ y de la ‘Declaración Ministerial de Marrakech sobre Salud, Medio Ambiente y Cambio Climático’, en la que se reconoce que no existe “ningún mecanismo global” para proteger “al planeta” y, por ende, la salud de la población.
Algunas intervenciones como, por ejemplo, reducir las emisiones contaminantes de los vehículos o invertir en los medios de transporte pueden ayudar a salvar vidas
Según los expertos, algunas intervenciones como, por ejemplo, reducir las emisiones contaminantes de los vehículos o invertir en los medios de transporte pueden ayudar a salvar vidas, y recordaron que ciudades como Atenas, Madrid, México y París van a prohibir los vehículos diesel en el año 2025. Asimismo, Benin, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria y Togo se han comprometido a introducir combustibles con bajo contenido de azufre a partir del próximo mes de julio.
Unas iniciativas que podrán evitar más de 2,4 millones de muertes al año y reducir en 2050 en 0,5 grados centígrados el calentamiento global.
Por todo ello, los representantes de las tres organizaciones insistieron en la necesidad de que todos los países se comprometan a implantar medidas para reducir la contaminación ambiental porque, tal y como recordaron, no sólo afecta a la salud de la población, sino que también supone un incremento en el gasto sanitario.
“Cada uno de nosotros vamos a aportar nuestros conocimientos, ya sea en el clima, la salud o el medio ambiente. OMM, a través de los organismos meteorológicos nacionales y de su red de estaciones terrestres y de teledetección, proporcionará los datos esenciales sobre el clima y las condiciones de calidad del aire, y facilitará la prestación de servicios meteorológicos y climáticos relacionados
El PNUMA trabajará con los ministerios de Medio Ambiente y otros responsables de las políticas clave de los estados miembros para ayudar a prevenir y revertir la degradación del medio ambiente. Y la OMS supervisará y evaluará las exposiciones de salud y los impactos sobre la salud, además de proporcionar consejos sobre la forma de reducirlos”, concluyeron.
Publicado en http://www.medicosypacientes.com
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