Nutrición comportamental la clave para adelgazar
¿Cuántas dietas has comenzado sin éxito? Te contamos cómo conseguir tu peso ideal y mantenerlo. Necesitas un profesional que motive tus pasos. En la primera visita deja claras tus expectativas: volver a meterme en aquel vestido/traje, volver a gustarme, poder ir a la playa en condiciones, encontrarme mejor… Se ha de crear un vínculo emocional con tu médico-dietista, que creas realmente que es la persona que te va ayudar a lograr los objetivos que juntos os vais a marcar.
En primer lugar debes saber que hay un hambre “física” y un hambre “emocional”. La primera es fácil de controlar: se trata de controlar las variaciones o picos de glucemia y mantener la masa magra (muscular) que supone un metabolismo de base demasiado bajo. La otra la vas a ir controlando con las ayudas en las sucesivas entrevistas dietéticas gracias a la gestión emocional de tu proyecto “Me voy a querer”.
Se trata por un lado de reducir los glúcidos, controlando un aporte óptimo de proteínas, elegir las buenas grasas, luchar contra la acidificación y pensar que has de practicar el “jogging mental”: eres el artesano de TU éxito, vas a controlar cada día cada una de las emociones que te impulsen a comer y a reconciliarte con tu propio cuerpo y… ¡las sensaciones placenteras que esto va a producirte!
Ya sabemos que la dieta la haces tú pero… ¿Quién te va a ayudar a cambiar de hábitos? Alguien que realmente crea en ti, en tu capacidad para hacerlo y que te vaya a marcar unos retos que sólo tú vas a conseguir. Pero para ello necesitas reconocer tu problema y salir de ese caos buscando ayuda, y comprometerte en el tratamiento, evidentemente.
En una primera entrevista te preguntarán por qué has engordado, por qué quieres adelgazar ahora, cuáles son tus expectativas… Has de tener una idea clara de lo que quieres y poner los medios para ello, buscando el consejo y acompañamiento médico-dietético.
Después de una exhaustiva analítica, análisis de la flora intestinal, cuestionarios de hábitos alimentarios, cuestionarios de vulnerabilidad digestiva, detección de déficits micro nutricionales y estado de neurotransmisores, tu médico-dietista va a prescribirte una dieta y los consejos micro nutricionales que correspondan a tu estado para lograr un reequilibrio de tu estado físico y emocional desde el punto de vista bioquímico, y además en cada sesión va a ir controlando tus “logros” y mesurando tus adelantos con un estudio de bioimpedancia, en el que se recogen tu peso y porcentaje de masa magra, masa grasa, agua, etc…
Pero, en todo momento, tú eres el protagonista de la película, el responsable de tu salud. La tarea del médico es guiarte en el camino, pero eres tú el responsable de tu salud.
Es un proceso largo, que necesita paciencia y motivación, por eso fracasan las Dietas Milagro, las dietas rápidas que tienen un efecto yo-yo y al cabo de un tiempo recuperas con creces lo perdido. Los estudios demuestran que, dependiendo del peso a perder, se necesitan unos 4 años para volverse autónomo y seguro.
Lo que permite adelgazar es, evidentemente, la reducción calórica pero que nos permita continuamente el control de la glucemia. Y para ello hay que disminuir los azúcares (los malos de la película). Una ingesta de azúcares va seguida de un pico de insulina que hace que acumulemos grasa y además nos da una respuesta de hambre canina incontrolable que nos hace estar irritables, con dolor de cabeza, desconcentrados… “El azúcar llama al azúcar”. Si no aportamos azúcar exterior, el organismo utiliza sus propias grasas de reserva y tú adelgazas sin pasar hambre.
• Controlando todo el tiempo la insulina, controlamos el hambre. La cantidad de los platos depende de cada persona.
• Alimentos con alto índice glucémico (prohibidos): pan blanco, pasta, patata…
• Alimentos con bajo índice glucémico (permitidos): verduras, frutas, chocolate negro, lentejas, judías, arroz integral…
¿Qué vas a conseguir? Adelgazar y además hacer un auténtico tratamiento antiaging, ganando en salud, vitalidad, alegría, ganas de vivir y compartir, y más motivación para tus otros retos vitales.
Escrito por Dra. Imma González para dDermis Magazine
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