La Sequedad vaginal se define como la falta o escasez de lubricación debido a la disminución de los fluidos producidos por la vagina. Esta falta de humedad puede producir síntomas tales como irritación, picores, inflamación, sensación de quemazón e hipersensibilidad. También puede provocar dispareunia (dolor en las relaciones sexuales), además de favorecer el riesgo de infecciones.
Causas orgánicas
Entre las causas orgánicas más importantes, cabe destacar la insuficiente cantidad de estrógenos en el organismo, que puede darse en las siguientes situaciones:
• Durante la menstruación, cuando los estrógenos alcanzan su nivel mínimo.
• Durante el embarazo, en el periodo posterior al parto o en la lactancia.
• Durante la menopausia o en sus fases cercanas.
• Ciertos medicamentos, como los antihistamínicos, hipotensores, antidepresivos y ciertas drogas, pueden afectar a la lubricación vaginal, así como algunos medicamentos hormonales, como las pastillas anticonceptivas.
• Otras causas orgánicas son: la vaginitis (inflamación de los tejidos vaginales), los periodos posteriores a intervenciones quirúrgicas en la zona, las infecciones vaginales, la diabetes, el estrés, el alcohol y el tabaco.
Causas psíquicas
Las tasas más altas de sequedad vaginal corresponden a aquellas mujeres a las que no les resulta agradable el sexo, debido a diversos factores:
• Los miedos o temores que la mujer pueda tener respecto a la sexualidad.
• Falta de interés por el sexo, sobre todo por motivos culturales o religiosos.
• Un ambiente inadecuado para llevar a cabo el encuentro amoroso.
• Falta de interés por el compañero, ya sea por inexperiencia o egoísmo, al buscar únicamente el placer masculino y sin preliminares.
• También hay que tener en cuenta la frecuencia de las relaciones sexuales, ya que las mujeres que tienen relaciones esporádicas son más propensas a la sequedad vaginal.
Diagnóstico y Tratamiento
La valoración se realizará teniendo en cuenta los síntomas referidos por la paciente, así como su historial completo, realizando una exploración física y un análisis de sangre que refleje el perfil hormonal de la paciente.
Tu ginecólogo te aconsejará el tratamiento más efectivo según el tipo de sequedad vaginal que padeces. Normalmente las molestias disminuyen con terapia hormonal sustitutiva y lubricantes locales. En ocasiones, es necesario remitir a la paciente a un especialista en sexología.
El uso de lubricantes vaginales proporciona el medio húmedo óptimo, facilitando las relaciones sexuales. Deben ser de base hídrica (solubles en agua). También es importante que no contengan esencias o sabores, ya que pueden irritar la zona genital.
No debemos olvidar ingerir abundante agua, al menos 8 vasos al día. Otro consejo importante es que utilices un jabón suave adecuado para la zona genital y que tengas especial cuidado con los productos químicos que uses en el baño o para lavar la ropa.
Escrito por Dr. Santiago Palacios para dDermis Magzine