En el corazón del Parque Natural del Haut-Languedoc, el Agua termal de Avène, después de un largo recorrido subterráneo de más de 50 años, brota con cualidades increíbles y estables. El origen de su eficacia se fundamenta en su composición única y constante desde hace siglos. Es un agua bacteriológicamente pura, de mineralización débil que presenta una amplia variedad de aniones, cationes y oligoelementos.
El equilibrio particular entre calcio y magnesio explica su acción favorable en los procesos de curación de los problemas de la piel, así como en la cicatrización. Es por ello que el Agua termal de Avène garantiza eficacia y tolerancia para todas las pieles sensibles.
La composición del Agua termal de Avène consigue que la piel recobre su equilibrio, a la vez que su baja mineralización y la presencia de silicatos le confieren una suavidad excepcional.
La curiosidad de los investigadores de los Laboratorios Dermatológicos Avène ha llevado a desarrollar un amplio programa multidisciplinar de investigación de más de doce años y han conseguido descubrir parte del misterio: su composición biológica.
Analizando la composición del Agua termal de Avène y gracias a los avances técnicos, los equipos de investigación de los Laboratorios Pierre Fabre (en colaboración con equipos de investigación de entidades públicas) han descubierto la presencia de moléculas activas que confieren el sello biológico al Agua termal de Avène. Posee una microflora fascinante, tan única y específica que hasta ahora no había sido descrita. Su peculiaridad es que solo sobrevive en las aguas profundas, puras y cristalinas de Avène. Denominada Aqua. dolomiae esta microflora da origen a importantes sustancias activas que explican parte de las propiedades calmantes del Agua termal de Avène. Nos encontramos ante el origen del desarrollo de un activo biotecnológico único: I-modulia.
I-modulia está diseñado a partir de la identificación de las fracciones más activas de Aqua. dolomiae. Esta ingeniería técnica se realiza en el Centro de Inmunología de Pierre Fabre por expertos en biotecnología y medicamentos que han demostrado in vitro los importantes efectos sobre el prurito, la inflamación y la inmunidad cutánea.
El nuevo activo biotecnológico I-modulia ha sido sometido a pruebas farmacológicas in vitro sobre los mediadores de la hiperreactividad cutánea, de los picores y de la autodefensa cutánea. Sus propiedades son tan potentes que está especialmente indicado para el tratamiento de la piel seca que sufre prurito y de la piel atópica. La dermatitis atópica, además de sequedad cutánea, tiene tres signos específicos: brotes inflamatorios de la piel, prurito persistente y una inmunidad innata deficiente que ocasiona sobreinfecciones bacterianas.
Estos síntomas suelen ser más graves en los niños. El 20% de los niños y el 10% de los adultos sufren dermatitis atópica. Es muy frecuente que en el bebé y en el niño, la dermatitis atópica (o eczema) se convierta en una afección realmente molesta que impida su bienestar y cuyo desasosiego perturbe la calidad de vida del niño y de la familia. Es la causa más frecuente de picor, así como la edad, frío, viento y utilización de productos demasiado desecantes. Además, la piel seca también puede desencadenar otras patologías como ictiosis, xerosis… La piel seca carece de hidratación, de agua. Pero, sobre todo, le faltan lípidos en su capa más superficial. La piel no puede realizar su función barrera contra los agentes irritantes externos y no controla la deshidratación. Es por todo ello que la piel seca no está protegida y, como consecuencia, sufre irritaciones que dan lugar al prurito.
Como solución a todos estos problemas, ha sido creada la nueva generación de emolientes XeraCalm que se lanza en tres productos indispensables y con una efectividad máxima, hasta del 97% según estudios clínicos: el aceite limpiador, la crema y el bálsamo relipidizantes.