aquello que nos sucede no nos afecta por lo que es, sino por lo que representa y cómo lo interpretamos
A menudo, la respuesta de dos personas frente a un hecho concreto no es la misma. Si afrontamos la vida con sentido del humor, obtendremos una visión más positiva y relajada.
Los talleres de risoterapia se realizan en grupos de 10 a 15 personas y se desarrollan diferentes técnicas que nos ayudan a liberar tensiones, desinhibirnos y conseguir uno de los principales objetivos: reírnos.
- La expresión corporal
- el juego,
- la danza,
- los ejercicios de respiración e incluso los masajes, entre otras cosas, nos ayudan a aumentar la aceptación de uno mismo, la comprensión, la alegría, la relajación, abrir nuestros sentidos y eliminar nuestros miedos e inseguridades.
Es una manera de mejorar el contacto interpersonal con aquellos que nos rodean, con la ayuda de un único factor: el sentido del humor.
Es una buena manera de compartir y exteriorizar emociones con otras personas, ya que con el estrés y el estilo de vida individualista imperantes cada vez es más difícil.
La risa, factor de bienestar
El principio básico de esta terapia consiste en que la risa no es solo una cosa divertida, si no que es una manera muy válida de conocer la realidad.
Aunque parezca una contrariedad, comprobarás de manera seria que relación existe entre las emociones, nuestro estado de ánimo y su influencia en la búsqueda de nuestro equilibrio personal.
Cuando reímos, liberamos una gran cantidad de endorfinas, responsables de la sensación de bienestar. Esto explica la capacidad de esta terapia para combatir el estrés, la depresión, el colesterol, el insomnio, la ansiedad y problemas cardiovasculares, entre otros.
Es por esto que su demanda está en alza, especialmente para aquellos que buscan su crecimiento personal, o en el caso de empresas, ya que condiciona positivamente el rendimiento de los trabajadores, fomentando el buen clima entre compañeros.
Escrito por la Dra. Carme Bosch Gómes, Psicóloga. Para Saludemujer.com