Lo ideal es comer de todo y del modo más natural y biológico posible, sin precocinados ni transgénicos, evitando grasas saturadas y tóxicos como conservantes y colorantes. Pero, en ocasiones, hay estados como el envejecimiento prematuro, problemas como la infertilidad, la arterioesclerosis y la toma de estatinas para el colesterol, degeneraciones neuronales como el Parkinson, estados de debilidad muscular y gingivitis crónicas que no responden bien a la medicina convencional, y es cuando nos puede ayudar dirigirnos a las mitocondrias, orgánulos celulares encargados de suministrar la mayor parte de la energía necesaria para la actividad celular. Actúan, por lo tanto, como “centrales energéticas” de las células. La coenzima Q10, por ejemplo, está presente en la mitocondrias y puede tomarse como suplemento nutricional.
Pero es necesaria una toma controlada, con las dosis adecuadas y asegurarnos que el origen es natural, para que la utilización por parte del organismo y la absorción sean correctas.
El consejo de un especialista en micronutrición podrá despejar todas las dudas en cuanto a cuál es el mejor producto y a qué dosis.
Entre las propiedades de la Q10 se encuentran:
• El retraso del envejecimiento celular, dado su poder antioxidante.
• En patologías cardíacas ha demostrado su papel en la mejora de captación de oxígeno, mejora de la función cardíaca y el aumento de la resistencia al esfuerzo.
• Aquellos hombres que buscan ser papás y tienen dificultades también se van a beneficiar de este aporte, ya que va a mejorar la movilidad y la calidad del esperma.
• En ancianos sus beneficios se basan en el efecto estimulante sobre un sistema inmune ya deteriorado, la mejora en la calidad de vida y la salud mental en personas con déficits energéticos propios de la edad.
• En pacientes que han sufrido Infarto Agudo de Miocardio o pacientes con cardiopatías, mejora el funcionamiento del corazón.
Escrito por Dra. Inma González de Novadona Espai de Salut para dDermis Magazine