Los jóvenes millennials viven enganchados a las TIC. Los Smartphone y sus innumerables aplicaciones son una tentación que ataca directamente a la atención de los más jóvenes, los abstrae a otra dimensión, la que han construido como proconsumidores de un nuevo ecosistema de comunicación y consumo de tecnología, desde apps, hasta todo tipo de dispositivos wearable.
Podríamos decir que el móvil hoy, es una extensión de sus manos, les conecta con una comunidad virtual que es global y les hace miembros de un club, una “tribu digital” que posee sus propias reglas de funcionamiento y comportamiento: conecta, conversa, comparte y consume.
Este tipo de adicciones incluyen todos aquellos fenómenos o problemas de abuso de las NTICs, y se refieren frecuentemente a la adicción a Interent, adicción a los smartphone (incluyendo por ejemplo: la adicción a los SMSs y mensajes de Whatsapp) y a la adicción a los videojuegos de todo tipo y en especial a los online.
Estudios
Es interesante destacar los resultados de algunos de los estudios que se han realizado sobre los usos de las TIC entre los más jóvenes.
- En abril de 2012, cuatro investigadores de la Universidad de Bergen (Noruega) publicaron en la revista Psychological Reports una propuesta para medir la adicción a Facebook —la Bergen Facebook Addiction Scale— y en dicho texto argumentaban que “la proclividad a desarrollar dependencia se relaciona con diferencias individuales en cuanto a sensibilidad a la gratificación y al castigo.
- Un informe de la sociedad de la información en España 2014 de Telefónica analizaba con qué frecuencia utilizamos nuestro Smartphone, 87% de la población española lo tiene a mano las 24 horas del día y el 80% admite que lo primero que hace por la mañana es coger su teléfono inteligente. El auge de las nuevas tecnologías ha modificado las conductas de comunicación. Según este mismo informe, el 35% de los españoles prefiere comunicarse mediante mensajes, mientras que el 33,5% se decanta por las llamadas telefónicas.
Los Síntomas de la Tecnoadicción
Los primeros síntomas de una adicción pueden mostrarse con un comportamiento como por ejemplo: pasaba el día sin compañía, solos con el ordenador y el móvil. Empezar a suspender asignaturas y a descuidar a los amigos y la familia. Pérdida de contacto presencial, el famoso cara a cara, se transforma en una conversación online.
No es algo extraño: el 30% de los menores tiene contactos virtuales con personas a las que no conoce.
Inmersos en la Red, se conectan a lugares lejanos mientras se distancian de su entorno más cercano. Es un primer paso hacia la adicción a las nuevas tecnologías.
Los profesionales de la psicología que están trabajando en este tipo de adicciones con las familias afectadas comentan que el porcentaje de adictos es muy bajo porque para diagnosticar esta patología tiene que haber un trastorno del comportamiento muy extremo.
“El miedo a perderse algo” es una de las nuevas patologías de los jóvenes enganchados a las redes sociales.
Los tecnoadictos no entienden su vida sin estar conectados a todo lo que ocurre a su alrededor, lo que puede llevarles a sufrir “foMo” (‘miedo a perderse algo’). El “FoMo” es un campo de cultivo para los trastornos de ansiedad.
La necesidad de sentirse parte de un grupo es lo que les engancha a estar conectados a la red. La dependencia patológica se puede traducir en cambios de humor, aislamiento y una mala relación con sus seres queridos, familia y amigos.
¿Cómo tratar la adicción?
Para tratar a los tecnoadictos, la mayoría de los especialistas, aconsejan en primer lugar, el uso controlado del ordenador y de los dispositivos Smartphone Tablets, videojuegos. Más adelante, se aplican tratamientos muy parecidos a los que se administran a drogodependientes, como separar a la persona del entorno en el que suele producir la dependencia, a pesar de que suele ser difícil “aislar” a un joven del acceso a la red, pues en cualquier lugar se puede conectar a Internet.
Según las fuentes consultadas, los adictos que reciben tratamiento suelen tener entre 14 y 30 años y parece que los millennials, los nacidos en la era digital, son los más afectados. Y como dato a destacar las chicas tienden a estar más enganchadas que los chicos.
No es de extrañar por tanto, la necesidad cada vez más imperiosa de educar a los y las jóvenes en las nuevas tecnologías. Para el Observatorio de Contenidos Televisivos Audiovisuales (OCTA) la respuesta es clara: no sólo hay que educar a los jóvenes, sino también a toda la sociedad”. Con unas consecuencias aún desconocidas en áreas como la neuropsicología, padres e hijos comparten ya la adicción a las pantallas: nadie está haciendo buen uso de ellas.
Escrito por MF.
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